lunes, 30 de marzo de 2009
S.O.S. Salvemos a las palabras
"He aprendido a decir siempre palabras agradables porque quizás mañana me las tenga que tragar" Anónimo
Vivimos en la era de la imagen. Las palabras están en peligro.
Algunas han sufrido mutilaciones genéticas horrorosas debido a la contaminación causada por las nuevas tecnologías diseñadas por las inescrupulosas multinacionales de las telecomunicaciones. En zonas cercanas a la adolescencia las consecuencias han sido irreparables. Las especies deformadas se cuentan por miles. Solo por dar un ejemplo citamos a la palabra “casa” que ha mutado a “ksa”. Tremendo.
Otros vocablos están en vías de extinción, o son palabras extintas (del latín “ex tinta” : palabra que se dejó de escribir) Las nuevas generaciones ya no las usan y es muy probable que nuestros descendientes jamás las vuelvan a escuchar. Se perderán para siempre en las sombras de los tiempos idos.
A continuación 3 de las especies más comprometidas:
1) “Permiso” : Se dice que existen algunos ejemplares vivos de esta especie en el interior del país y algunos pueblos de la Provincia de Buenos Aires. Ante su extinción en los grandes centros urbanos se puede observar a la gente abriéndose paso a los codazos y empujones en ómnibus, supermercados y aglomeraciones en general.
2) “Por favor” : Estas palabras acostumbran a vivir en pareja, y actualmente se pueden encontrar algunas yuntas en escuelas rurales y de frontera. Ante la gran demanda existente en colegios de Capital Federal y Gran Buenos Aires se ha intentado su reproducción en cautiverio sin éxito hasta el presente, así que los alumnos siguen quitándose violentamente las cosas de las manos los unos a los otros o pidiendo favores como si fueran órdenes.
3) “Gracias” : Extinguida en la mayor parte de la población, se pueden encontrar colonias con numerosos ejemplares en los centros de jubilados y geriátricos de todo el país.
La situación es crítica pero estamos a tiempo de tomar conciencia. Que podés hacer?
Adoptá estas palabras en vías de extinción y usalas. Usalas y enseñáselas a tus hijos, a tus sobrinos, a tus nietos. Juntos podemos salvarlas.
Nota del autor: Espacio cedido a la Fundación "Salvemos a las palabras". Con permiso, sería de gran utilidad que los lectores agreguen en comentarios a esta nota otras especies en peligro que necesitan ser protegidas. Por favor. Gracias.
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