jueves, 26 de marzo de 2009

De motos y preservativos


"Puedo decidir mis actos, pero no sus consecuencias" (Daniel di Paolo)
"En la vida no hay premios ni castigos, sino consecuencias" (Robert Green Ingersoll)

No considero a las motocicletas un medio de transporte seguro.
Es cierto que ningún medio de locomoción lo es de manera absoluta, pero las motos son peligrosas por definición. Por ser un vehículo de dos ruedas, incorpora el riesgo de la caída, cosa que no tienen los de cuatro o más ruedas. Asimismo, el hecho de no tener carrocería convierte cualquier choque, por menor que sea, en una amenaza cierta a la integridad física del conductor. El acompañante no tiene forma de amarrarse al vehículo por lo que, ante un movimiento inesperado, saldrá despedido por los aires. Desarrollan demasiada velocidad para las medidas de seguridad que poseen, etc.
En bien sabido que las motos no serían tan peligrosas si el asfalto fuera un material blando, pero no lo es.
Por mi parte, si bien desaliento entre mis conocidos el uso de éstas por considerarlas inconvenientes y estoy educando a mis tres hijos varones para que no caigan en la tentación de probar esas máquinas tan atractivas pero peligrosas, no dejo de recomendar a los que deciden tenerlas en ejercicio de su libre albedrío, que siempre lo hagan con el casco puesto para evitar males mayores.

El Papa Benedicto XVI en su reciente visita a Africa, continente donde hay 27.000.000 de personas infectadas por el SIDA de los cuales mueren aproximadamente 6.500 por día, manifestó su oposición acérrima al uso de preservativos como forma de prevención.
Es bien sabido que la mayor causa de contagio de la enfermedad se debe a las relaciones sexuales fuera del matrimonio, que no deberían existir, pero existen.
Por mi parte, si bien desaliento entre mis conocidos el uso de éstas por considerarlas inconvenientes, y estoy educando a mis tres hijos varones, para que no caigan en la tentación de probar esas máquinas tan atractivas pero peligrosas, no dejo de recomendar a los que deciden tenerlas en ejercicio de su libre albedrío, que siempre lo hagan con el casco puesto para evitar males mayores.

Nota del autor: La duplicación del último parráfo no es un error sino mi opinión sobre el tema.

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