viernes, 19 de junio de 2009

Viernes de humor gráfico y reflexión. Cuando menos es más.

No siempre aquel que tiene todos los recursos materiales es el que encuentra la mejor solución para resolver un problema. En algunas oportunidades, tener demasiado nubla la vista y no nos permite ver las cosas con claridad.

Contrariamente a lo que solemos pensar, la creatividad se desarrolla mejor en tiempos de escasez que en tiempos de abundancia, porque ante la falta de bienes materiales debemos exigir nuestra inteligencia al máximo y ello nos permite encontrar nuevas respuestas.

Al genial Albert Eisntein, le atribuyen estas palabras acerca de las crisis y las oportunidades que plantean:
"La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos.
La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar "superado".
Quien atribuye a las crisis sus fracasos y sus penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia"
.
Seamos agradecidos en todo tiempo y aprendamos a vivir tanto en la abundancia como en la escasez, sabiendo que no siempre la abundancia nos lleva a tomar buenas decisiones. A veces es preferible tener menos para aprender a administrar mejor.

jueves, 18 de junio de 2009

Al que te pida, dale


"Al que te pida, dale" Jesús (Mateo 5:42)

Me encanta mi ciudad y recorrer sus calles es siempre un paseo agradable.

La ciudad de La Plata tiene un trazado perfecto, numerosos espacios verdes, bellos edificios públicos, un pequeño pero atractivo centro comercial, acogedores bares y confiterías, miles de jóvenes estudiantes, barrios tranquilos donde el sol de las tardes de invierno calienta las veredas, diagonales, tilos y fútbol.

Pero al caminar por sus calles, como pasa en tantas otras ciudades de Latinoamérica, una faceta triste nos golpea y nos confronta con la dura realidad social que viven nuestros países. Son los cientos de personas, niños, jóvenes, y ancianos que deambulan mendigando.
Cada uno a su manera, las viejitas y las familias con bebés de brazos se sientan en las veredas concurridas extendiendo su mano en busca de solidaridad. Los chicos de la calle piden monedas en los restaurantes y en los semáforos. Los más jóvenes, solicitan dinero a cambio de servicios que nadie les pide: limpiando parabrisas de autos o cuidando coercitivamente los vehículos estacionados.

A cada paso nos encontramos con ellos, y en cada encuentro hay una decisión que tomar: dar o no dar.

Quienes eligen no dar tienen sus razones : que fomenta la vagancia, que los chicos son usados por sus padres, que el dinero recibido es usado para vicios, que no hay que dar dinero sino comida, que si le damos a todos los que nos piden no nos alcanzaría para nuestras necesidades, etc.

Por mi parte, y sin pretender hacer de mi decisión una dogma universal, sino simplemente para compartir un criterio personal, me encolumno entre los que deciden dar.
Si bien comprendo los argumentos para no dar al que mendiga, la realidad es que no puedo saber la situación real de cada uno. No siempre puedo comprarles algo para comer ni es lo único que se necesita para vivir. No puedo saber que harán con ese dinero. No puedo solucionar su problema de fondo, a algunos solo los veré una vez.
Pero recuerdo las palabras de Jesús y les doy lo que me piden, como una forma de compartir un poco de lo que yo tengo.
Sé que tengo otras responsabilidades sociales que cumplir además de ésta, pero ante todos los "no" y la indiferencia que recibe esta gente todos los días, en lo que a mí concierne, he resuelto que lo mejor es darles un "si", unas monedas y una sonrisa.

viernes, 12 de junio de 2009

Viernes de humor gráfico y reflexión. El poder de las palabras

Las palabras tienen un poder asombroso. A través de ellas se pueden expresar sentimientos e ideas que producen cambios en la realidad y en las personas que están a nuestro alrededor..

Con nuestras palabras podemos animar, consolar, alegrar, alentar, motivar, construir, unir.

Pero si no somos sabios y prudentes en la elección de lo que vamos a decir, es posible que nuestras palabras generen tristeza, decepción, dolor, heridas y conflictos.

Muchas veces no somos concientes de que el poder de nuestra lengua es superior al de nuestras manos.
El beneficio que produce una palabra amable es mayor que el de una caricia.
El daño que produce una palabra agresiva es mayor que el de un cachetazo.

Consejo útil para el matrimonio, los negocios, la política y la vida en general, dominar nuestra lengua es una tarea sumamente compleja pero absolutamente imprescindible para tener relaciones sanas, constructivas y armoniosas.


jueves, 11 de junio de 2009

El extraño caso del Sr. Julián Weich

El título bien podría pertenecer a una de esas novelas de suspenso que tan bien se venden en verano. Pero no se trata de eso. Nos estamos refiriendo al extraño y auspicioso caso de un señor que se dedica a conducir programas de televisión y que, si bien es bastante "personaje", en realidad es un hombre de carne y hueso.

Su nombre es Julián Weich. En mi opinión su trayectoria y su actualidad en la televisión vernácula ameritan un reconocimiento.

Los seguidores de este blog recordarán que en el mes de abril de 2009 publiqué un post titulado ¿El fin justifica "los medios"? o El espejo de la TV deforma donde criticaba la elección inescrupulosa de muchos protagonistas y programas televisivos que bajo la excusa demagógica de controvertidos lemas del estilo de: "es lo que quiere ver la gente" o "nosotros simplemente mostramos la realidad..." sacan rédito económico a mostrar de lo humano, lo peor.


He aquí, en Julián Weich, una extraña y elogiable excepción. En toda su trayectoria como conductor ha cuidado los contenidos de sus programas teniendo un criterio muy sano de lo significa hacer televisión "para toda la familia". No hay duda de que Julián ha elegido preservar la calidad de su lenguaje y de las temáticas a desarrollar, manteniendose a salvo de la onda "chavacana" que pareciera dominar el mercado televisivo, Lo ha demostrado desde el viejo "El agujerito sin fin", pasando por "Sorpresa y 1/2", "Expedición Robinson", y "Trato hecho" entre otros envíos.

Su último programa "Justo a tiempo" es un ejemplo de ello. Y felizmente tiene un gran éxito y excelente rating. No podía ser de otra manera. Apostar a lo bueno nunca es un mal negocio.

Por lo pronto, como padre, encontrar un conductor cuya participación en un programa de televisión garantice que en su contenido no habrá malas palabras, ni chistes de doble sentido, ni chicas desnudas ni temáticas inconvenientes para menores de edad, es algo para agradecer.
.
CLICK AQUI para leer nota a Julián Weich sobre el éxito de "Justo a tiempo"

viernes, 5 de junio de 2009

Viernes de humor gráfico y reflexión. Humildes en la victoria.

La auto-aceptación y la confianza en sí mismo son sentimientos positivos. Los necesitamos para crecer adecuadamente y desarrollar nuestro potencial en todas la áreas de la vida.

Pero cuando en el juego de las relaciones humanas comenzamos a mirar al otro desde arriba, desde el trono de la altivez, nos alejamos del ámbito de la sana seguridad personal para adentrarnos en el terreno de la ingrata soberbia.

La soberbia podría definirse como un sentimiento de superioridad frente a los demás que provoca un trato despectivo y desconsiderado hacia ellos. Nadie está exento de caer en sus redes.

Un buen consejo para evitarla sería no ceder ante la tentación de compararnos teniendo en cuenta sólo las virtudes y los triunfos. La soberbia precede a la caída. Analizarnos con ecuanimidad nos revelará un diagnóstico más equilibrado de nuestra real condición.

Que Dios nos ayude a no envanecernos en las victorias, a no tener más alto concepto propio el que debemos tener, a estar siempre dispuestos a aprender de los otros considerándolos como superiores a nosotros mismos.

Como Jesús enseñaba, es preferible sentarse entre los últimos y que sean los demás los que reconozcan nuestra valía invitándonos a ocupar un lugar más notable, que hacer alarde de nuestra propia excelencia y sentarnos entre los primeros, para terminar siendo avergonzados en público cuando nos retiren de ese lugar por "agrandados".
Que tengan un fin de semana espectacular... con toda humildad.

martes, 2 de junio de 2009

La Biblia: el mejor escudo

Un pastor evángelico salvó milagrosamente su vida cuando la Biblia que llevaba entre sus ropas evitó que la bala disparada por un delincuente impactara en su corazón, en el marco de un asalto perpetrado en un templo de la localidad mendocina de Rodeo del Medio.

No es la única manera en la que La Biblia ha librado a alguien de la muerte.

Este maravilloso libro también ha salvado las vidas de aquellos que han optado por poner en práctica sus enseñanzas y de esta forma ha protegido sus corazones de los impactos mortales que producen las adicciones, la sexualidad irreponsable, la violencia y la falta de prudencia para tomar decisiones.

En muchos otros casos sus páginas han detenido las balas de aquellos que estando al borde del suicidio encontraron a través de sus palabras una razón para seguir viviendo.

Estos otros milagros suceden todos los días pero estas noticias no salen en los diarios, sino que se inscriben en otro Libro que se escribe en el Cielo.

CLICK AQUI para leer la noticia completa